Creemos

Creemos en un único y verdadero Dios, eternamente existente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, iguales en poder y gloria.

Creemos en la deidad de Jesús, su nacimiento virginal, su vida sin pecado, sus enseñanzas y milagros, su muerte expiatoria, su resurrección corporal, su ascensión al cielo, su intercesión eterna por sus hijos y su regreso personal y visible a la tierra para establecer su reino.

Creemos en la persona y obra del Espíritu Santo, quien habita, sella y da poder a cada creyente, bautizándolo en el cuerpo de Cristo, la Iglesia. Además, creemos que el Espíritu Santo vendrá sobre cualquier creyente que lo pida con fe, otorgándole el poder para ser testigo de Jesús. También creemos que todos los dones del Espíritu Santo mencionados en las Escrituras son válidos hoy y deben ejercerse dentro de las pautas bíblicas establecidas por el Espíritu. Creemos que el amor es más importante que todos los dones, y que sin este amor, todo ejercicio de los dones espirituales es inútil.

Creemos que la Biblia es la inspirada, infalible, autoritativa y suficiente Palabra de Dios. Por ello, enfatizamos su enseñanza desde Génesis hasta Apocalipsis, línea por línea y verso por verso. Rechazamos los puntos de vista doctrinales o fenómenos espirituales que se basan únicamente en la experiencia. Buscamos en la Biblia la base de toda nuestra fe y práctica.

Creemos que todas las personas están separadas de Dios por su naturaleza pecaminosa y son responsables de sus propios pecados.

Creemos que para la salvación del hombre pecador y perdido es esencial la regeneración que obra el Espíritu Santo. Además, el arrepentimiento de los pecados y la confianza en Jesús como Señor y Salvador, a través de la fe, son la única forma de establecer una relación con Dios.

Creemos en la resurrección tanto de los salvos para vida eterna como de los perdidos para condenación eterna.

Creemos en el rapto pre-tribulacional de la iglesia y en la Segunda Venida de Cristo, en la cual Él regresará junto con su iglesia para establecer visiblemente su reino en la tierra durante mil años. Creemos que la nación de Israel aún tiene un lugar en el plan de Dios y que todas sus promesas hacia ellos se cumplirán.

Creemos que Jesucristo es la cabeza de la iglesia y que su gobierno debe ser simple, en lugar de complejo y burocrático. Deseamos estar bajo la autoridad de la Palabra de Dios y la dirección del Espíritu Santo en todo el ministerio de la iglesia.

Creemos que la única base verdadera de la comunión cristiana es el amor ágape de Jesucristo, que es más grande que cualquier diferencia que podamos tener y sin el cual no tenemos derecho a llamarnos cristianos.

Creemos en la existencia literal y real de Satanás y sus ángeles caídos, quienes están destinados a pasar la eternidad en el infierno. Creemos que su propósito actual es engañar a las personas y oponerse a la obra de Dios. Sin embargo, creemos que el creyente puede resistirlo gracias a la presencia del Espíritu Santo en su vida, la intercesión de Jesús y la protección del Padre.

Creemos que la adoración a Dios debe ser espiritual. Por ello, nos mantenemos flexibles y nos sometemos a la guía del Espíritu Santo para dirigir nuestra adoración.

Creemos que la adoración a Dios debe ser inspirada. Por lo tanto, la música juega un papel fundamental en nuestra adoración. Nuestra música es contemporánea, pero el énfasis siempre está en la adoración, más que en el estilo contemporáneo.

Creemos que la adoración a Dios debe ser inteligente y consciente. Por eso, nuestras reuniones están diseñadas para enfatizar la enseñanza completa de la Palabra de Dios, permitiendo que Él nos instruya en la manera correcta de adorarlo. Nuestro objetivo es enseñar la Biblia de manera que su mensaje pueda aplicarse a la vida del creyente, fomentando así su madurez espiritual.